A
la hora de comprar nuestros alimentos, tratamos de ser selectivos,
siempre queremos llevar a nuestras mesas lo mejor que podemos
adquirir en el mercado de acuerdo a nuestras posibilidades, sin
embargo al momento de elegir un producto por el método de producción
la mayoría de las veces carecemos de la información necesaria para
determinar si nos conviene o nos supone alguna ventaja.
Recuerdo
la película bibliográfica sobre Temple Grandin una autista, que
determinó
que los métodos usados para sacrificar a los animales influía en la
calidad de de la carne, para Grandin los animales destinados para el
consumo humano, no eran suficientes productivos debido al trato cruel
a que eran sometidos, en los corrales y al momento de sacrificarlos.
Leer aquí
A
pocos se le ocurre preguntar al momento de comprar la carne a
consumir, como ha sido criado o sacrificado el animal? Es casi seguro
que el vendedor tampoco sepa.
Igual
con los productos de origen vegetal, en ciertos supermercados y
las normas para exportación de frutas
y vegetales deben cumplir altas
exigencias estéticas inimaginable,
tanto en color, tamaño,
textura etc. estas exigencias suponen
un desperdicio de recursos e insumo utilizados en su producción,
como tierra, agua, energía, mano de obra, dinero etc, además de que
estas exigencias generan
un desperdicio aberrante de alimentos y una motivación para el uso
de mas de químicos que “mejoren” simplemente la forma, es
cierto que la vista necesita vitaminas pero estas no se suplen por lo
que ve o como lo ve sino por la calidad de lo que consumimos.
Muchos
hemos visto un vídeo donde los pollos son inyectados con una
sustancia desconocida con la finalidad de hacerlos mas aparente a la
vista del consumidor. Verlo aquí.
Algunas
cadenas internacionales de comida, han hecho conciencia al respecto,
motivando el consumo de “frutas y vegetales feos” al igual que
algunos productores agrícolas que decidieron regresar a sus orígenes
de cultivo, unos le
llaman convertirse orgánico u ecológico sin embargo, lo ecológico
es el origen.
Porque
compramos frutas y vegetales?
Nos
gusta su sabor, por costumbre, por salud, por economía o porque
reconocemos su valor nutricional?
En
República Dominicana, se dan varios de estos factores, siendo los
principales: Por
costumbre, quien
compra Verduras o Cilantro que no sea pensando en la sopa o sancocho?
Si nuestra sopa no tiene estas ricas ramas aromáticas no es sopa.
Pero pocos saben que su
uso se extiende a la perfumería, que combate el mal aliento y que
elimina el mal olor axilar, que contiene cantidades suficientes de
hierro, calcio, magnesio y demás minerales necesarios para el
organismo, el jugo de “verdura” lo usamos como insecticida
preventivo para ciertas plagas del jardín, su fuerte aroma hace
espantar determinados insectos, al igual que la albahaca dulce.
Por
economía sí,
los dominicanos
consumimos más
que nada vegetales por una cuestión
económica, recordemos la sugerencia que nos hiciera el actual
Ministro de Industria y Comercio de consumir tayota ante el
incremento en el precio de la carne; muchas madres dominicanas
deciden incluir en nuestras dietas las berenjenas guisadas no porque
a los niños les encantas sino por el costo y por parecer un
sustituto fenomenal de la carne, tanto en valor nutricional como en
aspecto.
Por
salud sí,
por suerte, desde que se inició
la moda fitness, muchos dominicanos volvieron "frutarianos", cuando
entrenadores y nutricionistas comenzaron a educarnos sobre las
bondades del consumo de Lechosa, Piñas
y el infaltable Guineo, tan importante es el guineo (banana) maduro
para nosotros que en muchos hogares es un acompañamiento esencial a
la bandera dominicana. (Arroz, Habichuelas, Carne y un Guineo).
Por
valor nutricional, No, no consumimos frutas y vegetales porque
reconocemos sus valores
nutricionales, todos
vimos a Popeye comer espinacas, no muchos nos motivamos a copiarle, o
los ignorados hongos como
fuentes de minerales, proteínas y vitaminas que nos
aportarían todos los nutrientes necesarios que buscamos.
Como
el tema me ha resultado interesante, he decidido dejar lo más
importante para una segunda parte - Que dicen los científicos? Acá Ventajas de consumir productos orgánicos II
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